Lamentablemente, se está a prueba de la verdadera realidad social que se acontece, y es que a causa de la época del terrorismo se lograron tapar aquellos agujeros de desolación y desconfianza, pero que actualmente gracias a los desastres naturales y a la no prevención desacostumbrada, aquello se vuelve a repetir.
A casi, un año de haberse cumplido el terremoto del 15 de agosto y su panorama de desgracia y muertes en las ciudades de Pisco, Chincha, Cañete e Ica; las circunstancias en las que se sobreviven por esos lares son una entera preocupación y desesperación que espera por el estado. En consecuencia, es el ente encargado de velar por sus pobladores en sus altas y hasta en las peores bajas como ésta, sin embargo, cada petición ha sido burlada o a lo mejor obviada a un lado de la agenda presidencial.
“Cuatro meses más” sería aproximadamente el tiempo factible, según el ministerio de vivienda y su representante, Enrique Cornejo para la reconstrucción del sur a pesar de los millones de soles brindados. Son, ya ciento veinte días que mantienen a un sin número de familias en precarias chozas pasando hambre y frío, muy aparte de los hospitales y escuelas que no resultan ser conclusas para la educación de los niños gracias a los fines de lucro de algunas empresas constructoras en contra del actuar solidario.
Así como, se ha resaltado la ilustre función del empresariado, se nombraría también, la poca presencia del Forsur (Fondo para la reconstrucción del sur) a todo esto, ya que meses atrás quedó al mando de Julio Favre, empresario dedicado a el negocio de la avícola, que pasado el terremoto le adjudicaron la notable actividad por nuestro jefe de estado, Alán García Pérez. Debido a su inexperiencia y a la falta de seriedad del asunto llevado con una variedad de denuncias en su contra, sólo le quedó abandonarnos.
Hoy en día, se ha clausura tamaña creación para caer en manos de los gobiernos regionales y locales que, no hacen más que recalcar que se carece de inversiones y jugar con sus declaraciones cuando las medidas deben ser ejercidas en el acto. A pesar de la ayuda de los medios de comunicación, de la sociedad y de los países hermanos, que si bien ha sido satisfactoria, todavía nos siguen faltando y restando las fortalezas.
Una gran noticia, hace meses atrás fue todo cambiaría dentro de un año, pues suenan a promesas, palabreo en el papel, mas no en la práctica. La incapacidad de planificar y ejecutar en plazos acordados, ha sido la causa de, el bajo y paupérrimo rendimiento en las usuales funciones, tomas de decisiones o los malos manejos de lo que se cree que marcha a la perfección.
En efecto, con ansias para una permanente tranquilidad colectiva, son esperados los resultados de los cierres de las avenidas, la congestión vehicular, la pobreza, la subida de los alimentos, etc. Y claro, no olvidarse de los pueblos del sur chico todavía con anomalías difíciles, pero nada imposibles de detener.
8/22/2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)